Durante la gran migración de invierno de Twitter hubo que copiar todos y cada uno de los tweets escritos a lo largo de sus entonces casi cinco años de existencia.

A pesar de lo enorme que resulta Twitter en números –1.000 millones de tweets a la semana es un ejemplo de ello– no impresiona tanto cuando se mide en términos de ocupación de disco: menos de 20 TB son suficientes para almacenar todos los tweets de la Humanidad.

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