La NASA en Estados Unidos ha estado bastante ocupada luego de que un grupo de científicos demostrara que el asteroide de nombre Apophis podría alcanzar la tierra en alguna de sus dos vueltas: en el 2029 y 2036. Además, un segundo asteroide de nombre (101955) 1999 RQ36, de medio kilómetro podría, con mayor probabilidad, alcanzar la tierra en el año 2.182.

Con ello, la NASA ha dado las alertas suficientes para prevenir no sólo a la nación estadounidense sino también a todo el resto del mundo. Se han enviado 10 cartas separadas escritas por un alto mandatario de la Oficina Política y Tecnológica de la Casa Blanca, John Holdren, al Comité de Ciencia y Tecnología y al Comité Senatorial de Comercio, Ciencia y Transporte para indicar de tales sucesos que, aunque no han sido totalmente confirmados como ciertos, y para poder realizar un plan de acción que permita poner la mejor tecnología al servicio de la causa.

La preocupación está dada porque Apophis podría cambiar su curso si algún otro proyectil espacial chocara contra éste en su órbita hacia la tierra, lo que lo desviaría de simplemente “pasar por nuestro lado” a un punto crítico ya que en su curso actual, no habría problema de que chocase debido a que la órbita de la tierra se lo impide.

Según los expertos, que uno de estos meteoritos caiga contra la tierra equivaldría a 40.000 bombas atómicas o desarrollarse una explosión tal como la que acabó con los dinosaurios.



Un grupo de investigadores internacionales decidió verificar los estudios, y luego de darlos por acertados, acordaron en conjunto con las agencias de seguridad indicar que darían el grado de PHA (Potentially Hazardous Asteroid) o Asteroide potencialmente peligroso dada la complejidad del asunto.

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